Te acurrucas en la
oscuridad, te escondes del mundo, te escondes de tí misma, te regocijas entre
tus propias lágrimas penas, ya no te importa nada, ya no sientes interés por
nada, no te fías de nadie, te sientes fuera de lugar y perdida incluso en tu
propio hogar. Te dejas arrastrar por la bebida, el tabaco, los antidepresivos,
las drogas, el sexo, la violencia, te ahogas a tí misma en este mar de
desdicha. Crees que es injusto y piensas: ¿por qué yo? ¿por qué a mí?, y por
más vueltas que le das no le encuentras razón, no te explicas porque tienes tan
mala suerte. Y entonces piensas en lo peor: ¿qué me queda en este mundo? ¿por
qué seguir luchando? Quieres acabar con el dolor de una vez por todas, dejar de
sufrir, y culpas al mundo entero y a los demás por tu falta de fortuna.
No
eres nada, no eres nadie, nunca serás especial, nunca tendrás todo lo que
quieres, no serás más alta, ni más flaca, ni más lista, ni más rica, morirás
sola y abandonada ¿y aún te preguntas por qué seguir luchando? Precisamente por
eso alma mía: para conseguir lo que te falta.
el guardián de la vigilia
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