lunes, 7 de abril de 2014

         Te acurrucas en la oscuridad, te escondes del mundo, te escondes de tí misma, te regocijas entre tus propias lágrimas penas, ya no te importa nada, ya no sientes interés por nada, no te fías de nadie, te sientes fuera de lugar y perdida incluso en tu propio hogar. Te dejas arrastrar por la bebida, el tabaco, los antidepresivos, las drogas, el sexo, la violencia, te ahogas a tí misma en este mar de desdicha. Crees que es injusto y piensas: ¿por qué yo? ¿por qué a mí?, y por más vueltas que le das no le encuentras razón, no te explicas porque tienes tan mala suerte. Y entonces piensas en lo peor: ¿qué me queda en este mundo? ¿por qué seguir luchando? Quieres acabar con el dolor de una vez por todas, dejar de sufrir, y culpas al mundo entero y a los demás por tu falta de fortuna.

         No eres nada, no eres nadie, nunca serás especial, nunca tendrás todo lo que quieres, no serás más alta, ni más flaca, ni más lista, ni más rica, morirás sola y abandonada ¿y aún te preguntas por qué seguir luchando? Precisamente por eso alma mía: para conseguir lo que te falta.

el guardián de la vigilia


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